Hola a todos, debatamos amistosamente estás supuestas desventajas de un bloguero que después de 7 años vendió todas las empresas y se pasó a la cartera permanente . Foreros con experiencia...como lo veis?
¿Serías capaces de explicarme por qué merece la pena una inversión en dividendos en lugar de la estrategia boglehead, cartera permanente de Brownie, etc?
Gracias.
1) Selección de empresas
2) Coste de gestión
3) Ruido
4) Fiscalidad
Impuestos al 100% del capital
obtenido.
Doble imposición
Pérdida de control
5) La falacia del dividendo seguro
6) Diversificación insuficiente
7) Amplificación del <<dolor>>
8) No necesitas el dividendo en fase
de creación de cartera.
1) Selección de empresas
El primer paso para invertir en empresas de dividendos es elegir en qué empresas vas a invertir, o por cuales vas a empezar. Normalmente es algo progresivo, poco a poco vas añadiendo nuevas empresas y vas haciendo crecer la cartera, intentando que esté cada vez mejor diversificada.
Pero ¿cómo elegir qué empresas comprar?
Lo habitual es escuchar qué dice la comunidad y los «expertos», bien sean bloggers, foreros, publicaciones, prensa, etc.
El problema es que todas estas vías tienen muchos sesgos asociados. Siendo algunos de ellos: El país de la fuente, la situación económica del momento, la opinión de la prensa, las opiniones personales, el análisis de datos pasados.
Al final, acabas con un subconjunto de empresas que son potenciales compras, y que parecen apetecibles para otros. Ahora debes decidir si lo son también para ti.
En ese momento, haces tu propio análisis en la medida de tus posibilidades. Fundamental y quizás también técnico (para tener una confirmación respecto al timing) y si este análisis es positivo, ejecutas una compra, probablemente parcial, para así poder ponderar en el futuro, normalmente a la baja.
En la elección de tu próxima compra deberás tener en cuenta también el sector de la empresa, el país, la divisa, la competencia y muchos otros parámetros si quieres que tu cartera esté medianamente bien balanceada.
El problema es que la elección de empresas, como ves, es muy limitada y los criterios de compra pueden ser tan diversos y ambiguos que es difícil ser realmente metódico y mantener la cartera en orden y bien equilibrada y diversificada.
En mi caso, he tenido acceso a la información de foros donde escribe gente con mucho más conocimiento que yo, he leído mucho, he estado suscrito a la OCU, tenido acceso a los informes detallados de Morningstar, a diversas publicaciones de pago en inglés, aprendido sobre análisis técnico y contrastado con análisis de expertos. Pero nada de esto ha sido de la más mínima garantía a la hora de hacer buenas o malas compras.
De hecho, las mejores compras que hice fueron las primeras, cuando no tenía ni idea de nada y acerté de pura chiripa. O quizás por el mero hecho de no seguir lo que hacía la mayoría (al no conocer nada del mundillo) y no estar condicionado por factores externos.
Es decir, invertí al azar, y el puro azar fue mejor estrategia que dedicar tiempo a analizar empresas… paradójico, ¿no?
En cualquier caso, tras mucho tiempo dedicado a la selección de empresas, no creo que haya ningún factor de peso que indique que ese esfuerzo merezca la pena. En mi caso no ha aportado ninguna rentabilidad extra si no todo lo contrario, ha sido tiempo y dinero perdido. (Bueno, he ganado en sabiduría 🧐, que no es poco).
2) Coste de gestión
No me refiero a coste económico si no a coste de tiempo.
Tener una cartera de empresas de dividendo medianamente diversificada supone tener bastantes empresas. Con un número entre 50 y 100 ya podemos hablar de una diversificación medianamente aceptable para esta estrategia.
La consecuencia de tener esa cantidad de empresas es que el tiempo dedicado a gestionarlas se dispara.
Me gusta anotar cada dividendo y cada movimiento que hago en mi hoja Excel. Yo tenía 40 empresas y cada mes tenía que hacer entre 5 y 10 anotaciones. Acceder a cada broker, crear la entrada, apuntar con sumo cuidado para no confundirme, etc.
Cada empresa supondrá un pequeño coste adicional en cualquier requisito fiscal o informativo.
En mi caso tenía que informar de una gran cantidad de ellas en el D6 y en el 720 (más riesgo de equivocarse y más multa potencial).
A más empresas, más splits, contrasplits, script dividends, votaciones, avisos, cambios de ISIN y todo lo que te puedas imaginar.
Las empresas realizan multitud de operaciones corporativas que al común de los mortales no le deberían importar y que no aportan nada a su vida. Pero si tiene esa empresa en cartera tendrá que estar informado para no liarla en la declaración de la renta o en algún papeleo. Todo eso consume tiempo.
Tener a buen recaudo tu rebaño de acciones también requerirá hacer tus gráficas, averiguar el sector de cada una, el macrosector, a cuanto compraste, vendiste, el cambio de divisa, retención en origen, en destino. Todo bien anotadito…tiempo y más tiempo.
¿Cada cuánto tiempo vas a revisar si la empresa va «bien»? ¿Leerás los informes trimestrales? ¿De todas? ¿Harás análisis técnicos de seguimiento? ¿Mirarás las compras o ventas de insiders? ¿Leerás los foros y la prensa para estar informado? y muchas más cuestiones, tantas como quieras plantearte y nunca estarás lo suficientemente bien informado sobre las empresas de tu cartera.
Tiempo y más tiempo, que no reporta nada en términos de rentabilidad, pero que deberás consumir para mantener tu cartera Frankenstein 🧟♂️ con vida.
3) Ruido
Es bastante difícil abstraerse del ruido cuando tienes en cartera empresas con nombres y marcas conocidas.
Convivimos con esas empresas y aparecerán noticias por diversas vías que te alertarán del buen o mal momento por el que teóricamente esa compañía o sector están pasando.
Esto hace que sea más difícil controlar la parte emocional de la inversión. Y como ya sabrás, es una parte muy importante a la hora de lograr invertir con éxito.
Además, por algún motivo que no logro explicar (quizás es solo paranoia mía), las empresas que se suelen presentar en los diferentes canales de información para el inversor, como buenas o malas, suelen terminar siendo pésimas elecciones.
Llámame loco, igual es casualidad, pero hasta creo que existen manos negras que inician esas tendencias para colocar dichas compañías al inversor incauto. Siendo los primeros incautos los que se postulan como expertos, que después propagan esa información (de buena fe, no lo dudo) al resto.
En cualquier caso, la inversión en empresas de dividendo conlleva todo ese ruido asociando.
Al fin y al cabo, los inversores de a pie nunca van a poder acceder a información verídica y de primera mano sobre las empresas en las que invierten. Solo recibirán ruido maquillado de veracidad.
Eso sin contar que incluso con información veraz, tampoco es posible saber qué pasará en el futuro, hay demasiadas variables fuera de nuestro control.
¿Serías capaces de explicarme por qué merece la pena una inversión en dividendos en lugar de la estrategia boglehead, cartera permanente de Brownie, etc?
Gracias.
1) Selección de empresas
2) Coste de gestión
3) Ruido
4) Fiscalidad
Impuestos al 100% del capital
obtenido.
Doble imposición
Pérdida de control
5) La falacia del dividendo seguro
6) Diversificación insuficiente
7) Amplificación del <<dolor>>
8) No necesitas el dividendo en fase
de creación de cartera.
1) Selección de empresas
El primer paso para invertir en empresas de dividendos es elegir en qué empresas vas a invertir, o por cuales vas a empezar. Normalmente es algo progresivo, poco a poco vas añadiendo nuevas empresas y vas haciendo crecer la cartera, intentando que esté cada vez mejor diversificada.
Pero ¿cómo elegir qué empresas comprar?
Lo habitual es escuchar qué dice la comunidad y los «expertos», bien sean bloggers, foreros, publicaciones, prensa, etc.
El problema es que todas estas vías tienen muchos sesgos asociados. Siendo algunos de ellos: El país de la fuente, la situación económica del momento, la opinión de la prensa, las opiniones personales, el análisis de datos pasados.
Al final, acabas con un subconjunto de empresas que son potenciales compras, y que parecen apetecibles para otros. Ahora debes decidir si lo son también para ti.
En ese momento, haces tu propio análisis en la medida de tus posibilidades. Fundamental y quizás también técnico (para tener una confirmación respecto al timing) y si este análisis es positivo, ejecutas una compra, probablemente parcial, para así poder ponderar en el futuro, normalmente a la baja.
En la elección de tu próxima compra deberás tener en cuenta también el sector de la empresa, el país, la divisa, la competencia y muchos otros parámetros si quieres que tu cartera esté medianamente bien balanceada.
El problema es que la elección de empresas, como ves, es muy limitada y los criterios de compra pueden ser tan diversos y ambiguos que es difícil ser realmente metódico y mantener la cartera en orden y bien equilibrada y diversificada.
En mi caso, he tenido acceso a la información de foros donde escribe gente con mucho más conocimiento que yo, he leído mucho, he estado suscrito a la OCU, tenido acceso a los informes detallados de Morningstar, a diversas publicaciones de pago en inglés, aprendido sobre análisis técnico y contrastado con análisis de expertos. Pero nada de esto ha sido de la más mínima garantía a la hora de hacer buenas o malas compras.
De hecho, las mejores compras que hice fueron las primeras, cuando no tenía ni idea de nada y acerté de pura chiripa. O quizás por el mero hecho de no seguir lo que hacía la mayoría (al no conocer nada del mundillo) y no estar condicionado por factores externos.
Es decir, invertí al azar, y el puro azar fue mejor estrategia que dedicar tiempo a analizar empresas… paradójico, ¿no?
En cualquier caso, tras mucho tiempo dedicado a la selección de empresas, no creo que haya ningún factor de peso que indique que ese esfuerzo merezca la pena. En mi caso no ha aportado ninguna rentabilidad extra si no todo lo contrario, ha sido tiempo y dinero perdido. (Bueno, he ganado en sabiduría 🧐, que no es poco).
2) Coste de gestión
No me refiero a coste económico si no a coste de tiempo.
Tener una cartera de empresas de dividendo medianamente diversificada supone tener bastantes empresas. Con un número entre 50 y 100 ya podemos hablar de una diversificación medianamente aceptable para esta estrategia.
La consecuencia de tener esa cantidad de empresas es que el tiempo dedicado a gestionarlas se dispara.
Me gusta anotar cada dividendo y cada movimiento que hago en mi hoja Excel. Yo tenía 40 empresas y cada mes tenía que hacer entre 5 y 10 anotaciones. Acceder a cada broker, crear la entrada, apuntar con sumo cuidado para no confundirme, etc.
Cada empresa supondrá un pequeño coste adicional en cualquier requisito fiscal o informativo.
En mi caso tenía que informar de una gran cantidad de ellas en el D6 y en el 720 (más riesgo de equivocarse y más multa potencial).
A más empresas, más splits, contrasplits, script dividends, votaciones, avisos, cambios de ISIN y todo lo que te puedas imaginar.
Las empresas realizan multitud de operaciones corporativas que al común de los mortales no le deberían importar y que no aportan nada a su vida. Pero si tiene esa empresa en cartera tendrá que estar informado para no liarla en la declaración de la renta o en algún papeleo. Todo eso consume tiempo.
Tener a buen recaudo tu rebaño de acciones también requerirá hacer tus gráficas, averiguar el sector de cada una, el macrosector, a cuanto compraste, vendiste, el cambio de divisa, retención en origen, en destino. Todo bien anotadito…tiempo y más tiempo.
¿Cada cuánto tiempo vas a revisar si la empresa va «bien»? ¿Leerás los informes trimestrales? ¿De todas? ¿Harás análisis técnicos de seguimiento? ¿Mirarás las compras o ventas de insiders? ¿Leerás los foros y la prensa para estar informado? y muchas más cuestiones, tantas como quieras plantearte y nunca estarás lo suficientemente bien informado sobre las empresas de tu cartera.
Tiempo y más tiempo, que no reporta nada en términos de rentabilidad, pero que deberás consumir para mantener tu cartera Frankenstein 🧟♂️ con vida.
3) Ruido
Es bastante difícil abstraerse del ruido cuando tienes en cartera empresas con nombres y marcas conocidas.
Convivimos con esas empresas y aparecerán noticias por diversas vías que te alertarán del buen o mal momento por el que teóricamente esa compañía o sector están pasando.
Esto hace que sea más difícil controlar la parte emocional de la inversión. Y como ya sabrás, es una parte muy importante a la hora de lograr invertir con éxito.
Además, por algún motivo que no logro explicar (quizás es solo paranoia mía), las empresas que se suelen presentar en los diferentes canales de información para el inversor, como buenas o malas, suelen terminar siendo pésimas elecciones.
Llámame loco, igual es casualidad, pero hasta creo que existen manos negras que inician esas tendencias para colocar dichas compañías al inversor incauto. Siendo los primeros incautos los que se postulan como expertos, que después propagan esa información (de buena fe, no lo dudo) al resto.
En cualquier caso, la inversión en empresas de dividendo conlleva todo ese ruido asociando.
Al fin y al cabo, los inversores de a pie nunca van a poder acceder a información verídica y de primera mano sobre las empresas en las que invierten. Solo recibirán ruido maquillado de veracidad.
Eso sin contar que incluso con información veraz, tampoco es posible saber qué pasará en el futuro, hay demasiadas variables fuera de nuestro control.
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